Los beneficios de una sociedad se gravan inicialmente en la fuente (los beneficios y, en consecuencia, los dividendos se gravan por la renta de las sociedades). El dividendo pagado a un inversor debe ser gravado de nuevo en la mayoría de los países con el impuesto sobre la renta personal del accionista. Para evitar esta doble imposición, en muchos países el dividendo pagado puede reconocerse como deducible de la cuota tributaria, normalmente en el marco de una desgravación fiscal. – Véase fiscalidad de los beneficios, rentas del capital, paradoja de la fiscalidad de las rentas del capital, impuesto sobre las rentas de los intereses.
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El profesor universitario Dr. Gerhard Merk, Dipl.rer.pol., Dipl.rer.oec.
El profesor Dr. Eckehard Krah, Dipl.rer.pol.
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